19 de mayo de 2008
Periodista mosquito
Como ya había ocurrido en otros viajes, los periodistas que fueron a la cumbre de Lima hablaron con todos menos con la Presidente argentina. Y con la comitiva oficial tuvieron el diálogo de siempre: mucha declaración pero siempre anónima.
Así lo ratifica el diario La Nación en la nota “Cristina y su diálogo con la prensa: "¿Se van a portar bien?"”, donde menciona que al vínculo del gobierno con el periodismo ya no le alcanza la modalidad “off the record” que se reserva a “versión oficial”: “Para otros datos, los funcionarios kirchneristas apelan a novedosos formatos: hablan "muy off " u "off, off "”
Para los no iniciados en el lenguaje periodístico que los funcionarios han redefinido en los últimos tiempos, debemos aclarar que el “off the record” no es una expresión para ser escuchada y no revelada. En los medios argentinos remite a la marca comercial, donde el “off” es una especie de repelente de las fuentes a su responsabilidad sobre lo que dicen. Entonces los medios citan con obsecuentes comillas declaraciones sin permitirle al ciudadano que sepa quién las suscribe. Ejemplo de ello es una nota de Página 12 (“Sin el whisky de trasnoche") que “devela” críticas acérrimas a la gestión presidencial (sí, en serio, críticas al gobierno en el diario más oficialista), que se sospechan atribuibles a la comitiva que viajó a Lima. Pero sin que eso pueda afirmarse: el periodista escuchó, transcribió, y se cuidó de buchonear a los que anónimamente mordían la mano que los llevó en el Tango.
A pesar de tan abierta complicidad del periodismo con el poder, varios medios este fin de semana volvieron a criticar la poca vocación de servicio con el periodismo que tienen los Kirchner. Y citaban que la Presidente no dio ninguna de las 47 conferencias de prensa que los otros presidentes dieron en la cumbre de Perú.
La pregunta es por qué el poder debería cambiar una modalidad de comunicación que cuenta con la complicidad de las grandes plumas (periodísticas), que convierten un trascendido intrascendente en el centro de su reflexión política del fin de semana. Y la versión deslizada desde “el palacio” (según uno de los editorialistas) fue reproducida literalmente por tres medios principales, como si se tratara de una declaración hecha en una rueda de prensa:
Diario Clarín, “Una sociedad rehén del conflicto”, Eduardo van del Kooy
Diario La Nación, “La crisis en medio de la impotencia política”, Joaquín Morales Solá
Página 12, “Las sojas secas del otoño”, Mario Wainfeld
¿Por qué el poder cambiaría una modalidad que le resulta tan efectiva? ¿Por qué daría conferencias de prensa en el exterior si hay tantos enviados especiales dispuestos a ofrecer los chismes de pasillo como noticias consumadas? Mientras el periodista acepte el rango de mosquito que sobrevuela los despachos y luego cuenta lo que escucha, seguramente será innecesario que el poder piense en espacios más institucionales para dar información.
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