"...pero no le quedó muy bien", dijo la madre de un "menor discapacitado" que fue a tatuarse el escudo de Boca Junior y "le pintaron un pene y dos testículos en la espalda", según la cruda descripción del cronista. Para subsanarlo, los padres del menor "tristes y angustiados" intentaron tapar un tatuaje por otro, y eligieron una imagen santa, que no alcanzó para subsanar el daño, como muestra la foto incluida en el matutino. Este hecho se encuadraría dentro del clima de inseguridad social, a juzgar por las declaraciones de la "indignada" madre que "Comentó también que los "tatuadores" son unos delincuentes que andan armados por el barrio y que ya recibió amenazas."
http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=875745
17 de enero de 2007
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