8 de junio de 2007

El día después de los festejos

Un nuevo día del Periodista Argentino (porque no es costumbre festejarlo en otras latitudes) y el balance nos deja algo más que un auto para un periodista de canal 13, muchos regalos muy bien facturados para los editores (que en los mailings de las consultoras se marcan como "líderes de opinión") y el primer año de ejercicio para los periodistas de FOPEA de rechazar las gratificaciones materiales que se suelen dar por estos días (www.fopea.org).


Pero lo que queda para guardar son dos reflexiones que corresponden a dos miradas lúcidas del periodismo de hoy. Por un lado, la columna a la que Jorge Fernández Díaz nos tiene acostumbrados para esta fecha, que siempre aporta sinceridades:

"Fuimos periodistas" (La Nación, 7 de junio de 2007)
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=915149

"Aquellos empecinados orfebres de la pluma tenían mucha calle y eran nómades por vocación. La joven guardia, en cambio, no es nómade sino sedentaria. No va a buscar la información, la espera para adornarla."

"La preocupación consistía en haber leído a Sartre y a Camus. Hoy pasa por tener un programa de radio o aparecer en el cable para levantar publicidad. Antes se buscaban informantes y papeles ocultos. Hoy se busca "temática y target ". Antes se mataba por un dato, hoy se mata por un aviso."

"Aquellos parecían heridos existenciales, mezcla lunática de artistas irresponsables y servidores públicos, y, como muchos poetas trasnochados, derivaban melancólicamente hacia el alcohol. Estos son vulnerables al elogio y proclives al lobby , juegan al golf, viven en countries y aparecen tostaditos y pasteurizados en las vidrieras de las celebridades."

A su reflexión, queremos agregar la mirada de otro periodista que si bien por edad pertenece a la joven guardia, no responde a las generales que describe (que debemos agregar, lamentablemente, no discriminan por edad, porque a las modas y aspiraciones mercantilistas que describe el periodista de La Nación no se escapa por una cuestión de edad, sino apenas de principios). Compartimos con uds. la reflexión de Sebastián Lacunza, periodista y docente:

Fernández Díaz habla de "éstos" y "aquellos", la "joven guardia" y los "orfebres", aunque después aclara que mediocres hubo y habrá.

El listado de méritos y deméritos del periodismo actual tendrá inevitablemente un anclaje en qué cambios sufrió el país. Por citar un caso, la UBA habrá sido brillante pre-bastones largos, idiotizante durante la dictadura y un poco histérica, contradictoria y con intermitencias de brillantez desde el '83. Algo de ese camino pudo haber recorrido el periodismo argentino,

De lo que no estoy seguro es de dos cosas, que suelen darse por sentadas:

1. Un estudio sobre las condiciones éticas de ejercicio profesional intuyo que hubiera detectado tantos puntos oscuros antes como ahora.

2. Tampoco me queda claro que antes se escribiera, en término medio, en un castellano simple y a la vez cultivado y ahora estemos atentando sin piedad contra Borges y Cervantes.

Lo digo en base a algo tan arbitrario y poco científico como mi experiencia personal y mi acceso parcial a publicaciones de décadas pasadas.

Sí podría afirmar que la nueva generación tiene alguna ventaja sobre las anteriores. A saber, menos embanderamientos, menos apoyo a golpes de Estado y más tolerancia.

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