23 de noviembre de 2007

En casa de herrero

Desde que incorporaron los teléfonos celulares al tradicional concurso de Susana Giménez, la diva no gana para sustos. Como cualquier usuario corriente constata a diario, no hay nada más difícil que llamar a un celular y comunicarse en el primer intento. Si no aparece que la red está ocupada, pasa al contestador, si no se queda colgado en un bip bip bip... Y los celulares no discriminan ni siquiera a la reina del teléfono que trabaja, además, en el canal de una telefónica.
Al punto que cada vez que sale un cupón, Susana dice en cámara "Ojalá que no sea un celular, ojalá que no sea un celular". Porque sabe que suele pasar lo que le pasó en el programa de hoy, que no pudo comunicarse. Y así se pierde la esencia del momento más sublime de la televisión argentina: que Susana marque y del otro lado le digan "¡Hola Susana!". Desde hace un tiempo por cada mensaje de este tipo, hay dos del tipo "Telecom le informa que la característica no existe" o "El celular al que ud. llama está apagado o fuera del área de cobertura".
¡Qué lindo que la televisión haga justicia por mano propia y escrache con tanto glamour la inoperancia de las empresas de telefonía celular!

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