Un ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese, una vez dijo "Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo", dejando la frase para la posteridad. Y parece que ésa sigue siendo la lógica con la que los gobiernos resuelven las cuestiones educativas.
En la semana en que se conocieron los pobres resultados de los alumnos argentinos en las pruebas internacionales, el diario La Nación presentó en su edición del sábado 7 un análisis basado en opinión de expertos locales y del exterior. Coinciden en señalar como causa principal del retroceso de los alumnos argentinos en los resultados de desempeño en estos exámenes las causas estructurales por todos conocidas (desinversión en todos los aspectos que involucra la educación, menoscabo de la posición de los docentes, etc.).
Ratificando que la estrategia del gobierno es evitar la intermediación de la prensa y hablarle a la sociedad "directamente" en piezas publicitarias, seis páginas atrás de la nota se publica un aviso que promociona el Programa Nacional 700 escuelas (que invita a visitar en www.700escuelas.gov.ar). La pieza no es del Ministerio de Educación sino del de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y pareciera que el mensaje buscado es compensar las deficiencias intelectuales con una buena cantidad de ladrillos colocados.
Cierra el aviso la frase: "Nuevas oportunidades para alcanzar una mejor calidad educativa para todos". Justo lo que sugiere el Ministro de Educación saliente, que ante la consulta del diario ante los resultados del examen internacional declaró: "Definitivamente, la futura gestión deberá enfocarse en la calidad educativa" (La Nación, 5/12/07). Que, según parece por la comunicación de la Presidencia de la Nación, es un problema para un maestro... mayor de obra.
10 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario