- "el técnico o puro (puro no implica que quienes lo hacen sean puros, como no son puros quienes fabrican alcohol puro), que es siempre crítico como el periodismo del watchdog norteamericano;
- "el ideológico que, consecuente con su sistema de creencias, aplaude o critica a quienes se acercan o rechazan sus ideas y que a lo largo de los años puede ser oficialista con un gobierno y crítico con otro, manteniendo su coherencia;
- "el “utilitarista”, cuya versión suave aplaude a quien le paga o le hace favores y en su versión dura critica a quienes todavía no le pagaron o a quienes se oponen a quien le pagó; y
- "el marketinero, que busca satisfacer a la mayor cantidad de consumidores."
Antes de empezar la clasificación, y para evitar confusiones, a la hora de evaluar si se trata de ideología o utilitarismo, les rogamos que tengan presente la máxima de Marx cuando sostenía "Estos son mis principios. Pero si no le gustan, tengo otros" (Groucho dixit). Puede ayudar para evaluar el vínculo de los medios con el gobierno, la nota de Pablo Sirvén del 13 de abril en el diario La Nación, "El peronismo repite una vieja película", que termina su reflexión con otra cita tan recordada como la anterior:
Ahora que los hostigamientos empiezan a multiplicarse y la tentación de hegemonizar y disciplinar los contenidos de los medios masivos desvelan en los principales despachos oficiales, viene a la memoria lo que el 28 de mayo de 1974, un otoñal presidente Perón, 35 días antes de su muerte, dijo a los gremios de la TV reunidos en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno: "En 1945, todos los medios masivos de comunicación estaban contra nosotros y ganamos las elecciones. En 1955, todos estaban a favor nuestro, porque eran nuestros la mayor parte, y nos echaron, y en 1972 estaban todos en contra de nosotros y les ganamos por el 60 por ciento. De manera que, vamos, todo es relativo en esta vida".
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