Cuando la mandataria mencionó el nombre de las liberadas, dijo que tenían un nombre muy interesante para la situación: "Clara", dijo, "Clara Rojas y Clara Perdomo" y por si su auditorio no había notado la ¿metáfora?, la resaltó: "¡De claridad!", recalcando en lo oportuno del término para la situación (¿de los rehenes o de la prensa argentina que había criticado?). Pena porque Perdomo es en realidad Consuelo González (viuda de Perdomo), y porque el nombre también le hubiera permitido desarrollar otra ¿metáfora o descripción literal? (para ambos actores, también).
Clarín excusó el error en el excesivo entusiasmo por la liberación:
"Tan entusiasmada estaba la Presidenta que confundió el nombre de una de lasQué lindo sería vivir en un país donde la gente no temiera ser infalible y donde los señalamientos pudieran ser recíprocos.
rehenes y habló de "las dos Claras" (la ex congresista González de Perdomo se
llama Consuelo), que utilizó para hacer una metáfora de la "claridad" y la
esperanza ("Cristina: Ahora vamos por Ingrid", edición 11 de enero de 2008)
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