La noticia de incidentes con heridos hubiera sido primera plana en cualquiera de los diarios que últimos tiempos le suelen dedicar informes numerosos a los jóvenes y sus descontroles, pero fue sistemáticamente omitida. Apenas si apareció una mención en Perfil, en La Gaceta y en algún otro medio. Para mediados de diciembre, Víctor Hugo Morales le dedicó una nota radial al tema, donde planteó la gravedad del hecho de que el tema había sido omitido por la mayoría de sus colegas, cosa que asignaba a la presión (real o simplemente temida) de un gran anunciante que intentaba silenciar el tema. El detalle de lo acaecido se puede rastraer en algunos blogs como 20 palabras, Pablo Mancini y Global Voices.
El comunicado de la empresa Personal, colgado en el sitio oficial del recital, delata la intención de minimizar el asunto. La nota de Perfil del 20/01/07, dedica un recuadro bajo el título "La respuesta oficial" donde relata un aspecto de la comunicación institucional que debería ser analizado en detalle en las aulas de los comunicadores y periodistas. Especialmente para analizar la actitud que los colegas que formaron parte del silencio. Transcribimos la parte principal del artículo porque lamentablemente no todas las notas del diario Perfil están disponibles en la versión on line, a la que nos hubiera encantado remitirlos:
"La respuesta oficial" (Perfil, Sección Sociedad, 20/01/08, p. 53)
La empresa de telefonía Personal había abierto un blog en Internet para que el público dejara sus comentarios. Sin embargo, luego de los incidentes de la primera edición del festival, todos los mensajes fueron eliminados. A las pocas horas pudo leerse un comunicado oficial, en el que explicaron que la situación había sido controlada, que se había tratado de una pelea entre el público y que la persona herida se encontraba bien y en observación de rutina.
La noticia no trascendió en ningún medio y se difundió rápidamente a través de sitios web en los que se habló de corridas, incidentes y hasta disparos.
Como se ve, los medios tienen otras exclusivas diferentes a la de Susana que nos regaló el diario Clarín. Pero se deben a razones menos éticas.
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