El error sería apenas un furcio más si no fuera porque pone en evidencia que la equidad de género no se resuelve con decretar terminación en -A (lo que es una pena porque fue la medida presidencial con mayor grado de acatamiento en la prensa, que desde el año pasado no duda en repetir el innecesario neologismo “PresidentA”, como ya habíamos mencionado).
Que la rebeldía hacia la Real Academia no es síntoma de desacato a otras instituciones más perjudiciales para el género femenino es algo muy bien descripto en la nota de Luciana Peker en su columna del diario Crítica del 9 de marzo:
Título: "¿Y las hermanas de género?"
(...) La noche del 28 de octubre, Cristina habló por primera vez de sus “hermanas de género”. Después no encaró ninguna política de hermandad. No ordenó medidas para disminuir la brecha salarial por la cual las mujeres ganan alrededor de un 35% menos por igual tarea, según cifras del INADI. Ni se ocupó de la violencia machista, como la llama José Luis Zapatero, que en España convirtió a la violencia doméstica en prioridad de Estado.
Y sigue la nota...
2 comentarios:
Todas las mujeres (y varones) que reclaman por al igualdad de género insisten desde hace años con hablar pronunciando los dos géneros en todas las ocasiones o el femenino cuando corresponda y no el masculino como generalización.
Bueno ahora lo hace la presidente o presidenta...y es pura demagogia. No niego que sea algo de eso, pero no exageremos y veamos un poco mas de contexto; porque cuando lo pedían las mujeres del llano digamos, si alguien decía que eso era una estupidez, lo acusaban de machista...
Salutti
Lo mejor es que en el largo discurso de esta noche, sí aludió como otras tantas veces a la "cuestión de género".
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